¿Alguna vez has sentido esa contradicción en tu interior de querer verlo y a la vez no? Pues eso es lo que siento yo ahora mismo. Por un lado esas locas ganas de verlo, abrazarlo... Y olvidar todo lo sucedido, mas por el otro desearía no verlo jamás, borrarlo de mi vida cual pequeño recuerdo de la infancia. Dejar de pensar en él, en mí, en nosotros... Dejar de quererle para siempre y no plantearme más si el sentimiento es mutuo o no. En definitiva, volverme piedra y no sentir más.