Sueños muertos, palabras vacías, corazones rotos.

  Primero que nada desearte un muy feliz cumpleaños. Cuidate y pásatelo muy bien en tu día. Sabes que siento mucho no poder acompañarte y celebrarlo contigo, pero estoy segura de que nos quedan muchísimos cumpleaños más que celebrar juntas.   La verdad que nunca creí llevarme así contigo, y mucho menos que seas mi mejor amiga, pero así es la vida, te sorprende cuando menos te lo esperas. Esta vez puedo decir que he tenido muchísima suerte; una amiga como tú es difícil de conseguir, y me gustaría conservarte por siempre.   Sé que probablemente no te he dado lo mejor de mí, pero me gustaría hacerlo, ya que tú te mereces eso y mucho más. No tengo palabras suficientes para agradecerte todo lo que has hecho por mí y cómo me has ayudado.   Hemos vivido mucho juntas y me has ayudado a sonreír cuando más lo necesitaba. Todos esos momentos juntas han sido maravillosos y siempre los llevaré en mi corazón, vaya donde vaya.   Podría decir muchas cosas más, pero soy incapaz de encontrar las palabra

  La vida sigue. El tiempo pasa, las personas cambian, desaparecen, todo se renueva. Por mucho que te duela que muchos se vayan de tu vida no puedes hacer más que sonreír. La vida es eso, dejar partir a ciertas personas y acoger a las nuevas que vienen.   No puedes estar triste por lo que dejas atrás. Tienes que seguir adelante con una sonrisa, cueste lo que cueste. Debes ser feliz. Por ti, solo por ti, ¿qué más da lo que piensen los demás? Es tu vida y tú tomas tus propias decisiones, ellos no pueden hacerlo por ti ni lo harán.    Así que vive, sé feliz, aprovecha la vida que tienes, que solo es una. Pero sobretodo, no dejes de sonreír por nada ni por nadie.

  No quiero que te marches. Necesito que te quedes, no puedes irte de mi vida tú también. Sabes por lo que he pasado, y sabes también que no podré soportar que tú me dejes como hicieron los demás. Eres lo único que me queda, la única oportunidad existente para que yo pueda vivir.    No te pido que me quieras, sé que no puedes hacerlo. Quisiera poder creer que podrías llegar a sentir algo por mí, mas ambos sabemos que la quieres a ella. No puedo cambiar esa circunstancia, y me duele. Me siento impotente al saber que no puedo hacer nada por evitarlo.   Me siento débil, sola, impotente, aburrida de la vida, dolida, traicionada... Casi muerta en vida.