Sueños muertos, palabras vacías, corazones rotos.

  Quiero creer que todo esto se va a arreglar, que todo volverá a ser como antes, mas cada día esa esperanza va menguando, pues veo que tú no das ni un solo paso para lograrlo, a pesar de que dijiste que querías hacerlo. No sé si se trató de un engaño, si es que en un principio querías pero ya no, o si qué. Lo único de lo que tengo plena conciencia es de que esta situación me hace daño y de que, si ambos no ponemos de nuestra parte, esto no se solventará por mucho que yo quiera. I miss you.

  Si ya lo empezaste, acábalo.

  Todavía existo y, mientras yo exista, cuenta conmigo.

  Algún día, cuando ya no esté ahí esperándote, me echarás de menos tú a mí, y serás tú el que querrá que todo sea como antes.

  Y puede que, algún día, te des cuenta de todo lo que perdiste por tu maldita estupidez.

  Me declaro amante de los corazones honrados y nobles.

  No sé muy bien cómo empezar esto, pero tengo claro que debo hacerlo y que lo necesito. No puedo negar que tengo la esperanza de que, después de haber escrito estas tristes líneas que poca gente leerá, se me haga más fácil arrancarte de mí de una vez por todas. Al fin y al cabo, ya va siendo hora de acabar con esto, poner distancia de por medio y olvidar, dejar de pensar en todo lo que ha sucedido, por mucho que le cueste a mi mente no recurrir a ti todas las noches antes de dormir, y cada mañana al despertar.   Nos hemos hecho demasiado daño, o al menos tú me lo has hecho a mí. Espero que después de todo lo que ha sucedido, cuando haya logrado perdonarte por ello, podamos retomar nuestra amistad, esa que nunca debió ser nada más que eso, pero que nosotros nos empeñamos en rellenar con abrazos, caricias, besos... Cosas que, tal vez, nunca debieron haber pasado.    Me es imposible negar que te sigo echando de menos, que sigo teniendo ganas de ti, que te sigo queriendo, que cada ho

  Cuando algo va mal, el mundo parece conspirar para que todo te lo recuerde.