Frustración.

  Y de repente llega ese día en el que pasas más tiempo con la familia de tu novio que con él. 
  Ese día en el que te encantaría estar a solas con él todo el día, y ni siquiera disfrutáis de un momento a solas.
  Ese día en el que él no se da cuenta de las cosas, en el que no te hace ni caso durante todo el día.
  Ese día en el que te cansas de que solo te haga caso cuando él quiere, y que el resto del tiempo seas como un mueble más, parte de la decoración.
  Ese día en el que no sabes qué hacer, porque ni siquiera tienes claro cómo sentirte al respecto o, aún peor, qué sentir.
  Y que sí, que puede que esté muy bien que te incluya en su familia y todo lo demás, pero hay un límite para todo, y el mío empieza a estar claramente sobrepasado. No sé si podré aguantar así, al igual que no sé si esto de verdad tiene posibilidades de futuro, por mucho que me duela.

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