Sueños muertos, palabras vacías, corazones rotos.

  Y de repente llega ese día en el que pasas más tiempo con la familia de tu novio que con él.    Ese día en el que te encantaría estar a solas con él todo el día, y ni siquiera disfrutáis de un momento a solas.   Ese día en el que él no se da cuenta de las cosas, en el que no te hace ni caso durante todo el día.   Ese día en el que te cansas de que solo te haga caso cuando él quiere, y que el resto del tiempo seas como un mueble más, parte de la decoración.   Ese día en el que no sabes qué hacer, porque ni siquiera tienes claro cómo sentirte al respecto o, aún peor, qué sentir.   Y que sí, que puede que esté muy bien que te incluya en su familia y todo lo demás, pero hay un límite para todo, y el mío empieza a estar claramente sobrepasado. No sé si podré aguantar así, al igual que no sé si esto de verdad tiene posibilidades de futuro, por mucho que me duela.

  "Lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse."

  "No renuncio a nada, simplemente hago todo lo que puedo para que las cosas renuncien a mí."

  Y la distancia se volvió olvido, y el olvido poco a poco nos consumió a todos, dejándonos sin nada.

  Se hace raro volver a escribir después de tanto tiempo. Una vez más, marcada por el desconcierto, recurro a este medio que siempre me ha servido como desahogo de las penas del alma y del corazón. Como siempre he dicho, puede que esto carezca de sentido, pero es una de las pocas formas de liberación que conozco.   Y así estamos una vez más, dudando de si lo que he vivido en las últimas dos semanas ha sido verdadero o si, una vez más, ha sido provocado por el interés. El no saber qué creer o pensar me derrumba; es una sensación odiosa para mí. Me gustaría, por una vez, poder tener la certeza de algo, saber que es verdaderamente real y no una ilusión que se desvanecerá de un momento a otro, como parece que está ocurriendo.    Sé que en el ámbito amoroso nunca he tenido mucha suerte pero, ¿acaso no va siendo hora ya de que algo me salga bien? Puede que no sea la mejor persona del mundo, ni la más guapa o la más lista, pero creo que todos nos merecemos un poco de d...

  Hacía tiempo, mucho tiempo, que ya no me sentía así. Parece mentira que después de que varias amistades te abandonen sin motivo aparente, te sientas mal por saber que probablemente ese que a diario te declara su amor, no sienta con tanta intensidad por ti.   Nunca tendré palabras suficientes para explicar cómo se siente esta situación, pero por momentos me supera. Es triste ver que todo a tu alrededor se esfuma, y que el próximo curso eso de "año nuevo, vida nueva" sí se cumplirá, pues de aquellos antiguos amigos ya no quedará ninguno; todos estarán demasiado ocupados viviendo sus nuevas y emocionantes vidas. Preparémonos para ser solo un recuerdo de lo que fuimos antes de la mayoría de edad. 

  ¿Cómo expresarlo? ¿Con qué palabras decir lo que siento para así poder liberarme de esta carga que aprisiona mi corazón?   Es terrible ver cómo las personas más cercanas a ti te van fallando conforme transcurren los días. Hoy uno, mañana otro, ... Y así sucesivamente, hasta que miras a tu alrededor y no ves nada. El vacío es horrible, y sentirse vacío aún lo es más. Pero, ¿cómo remediarlo? A nadie parece importarle lo más mínimo si te fallan o no; siempre buscan algún pretexto. Sin embargo, las excusas no sirven de nada; el daño ya está hecho.    Tal vez esto no le importe a nadie, ni mucho menos a esas personas, pero como ya estoy sola, ¿a quién iba a recurrir si no es a las palabras? Ellas son las únicas que siempre permanecen contigo, aunque unos días estés más inspirado que otros, ellas siguen ahí para ti, para que puedas soltar tu pena y respirar un poco más aliviado. Al fin y al cabo son las únicas que comparten tu dolor, tu alegría y tu tristeza.